
La cocina es el centro neurálgico de nuestra casa, es el espacio donde comemos, trabajamos y disfrutamos en familia. Por eso su diseño requiere toda la atención necesaria para no cometer errores y lograr una estancia práctica y funcional a la que no le falte detalle. Una distribución acertada, decantarnos por colores agradables o elegir cajones frente a módulos con estantes son sólo algunos de los principales aciertos que podemos cometer, pero hoy queremos ir más allá y explicaros 4 cosas que SÍ debería tener tu cocina y 4 cosas que NO deberías tener en ella. ¿Empezamos?

Sí a una acertada iluminación
Una de nuestras principales obsesiones a la hora de diseñar una cocina es la iluminación. No te conformes sólo con la iluminación del techo y combina diferentes tipos y fuentes de luz. Si tienes muebles altos, opta también por alguna tira led en ellos, te aportarán una iluminación directa sobre la zona de trabajo. Si tienes alguna isla o zona de mesa, unas lámparas suspendidas te pueden ayudar a realzar la cocina y conseguir una atmósfera mucho más bonita y acogedora.
Sí a una pequeña zona de desayunos
Si te gusta preparar cafés, tostadas o un rico desayuno, más allá del microondas es probable que utilices algún pequeño electrodoméstico. Aunque no son muy voluminosos siempre ocupan un espacio adicional en nuestra cocina, así que mejor tener pensado desde el principio un pequeño rincón en el que guardar todo lo necesario para preparar desayunos. Puede ser una barra, un mueble persiana o simplemente un espacio en el que almacenar lo imprescindible para ello.

Sí a un buen almacenaje
Cajones, cajones y más cajones. Si quieres tenerlo todo guardado y poder verlo a primera vista, apuesta siempre por módulos que cuenten con ellos. Pueden ser muebles bajos o columnas con cajones interiores, módulos gaveteros, cuberteros… Elige de distinto tamaño para poder guardar incluso utensilios y objetos de distintos tamaños.
Sí a lavavajillas de integración
Cuando nos cambiamos la cocina siempre queremos verlo todo ordenado y uniforme, sin ningún elemento que rompa la estética ni las líneas de nuestros nuevos muebles. Aparece aquí el dilema del lavavajillas, ¿de integración o libre instalación? Si es el momento de cambiar además de electrodomésticos, la respuesta es clara: opta siempre por uno panelado. Quedará oculto y perfectamente integrado con el resto del mobiliario. Económicamente este tipo de modelos no resultan más caros que uno convencional, y además nos ofrecen las mismas prestaciones.

No a frigoríficos americanos
Aunque nos pueda parecer que nos ofrecen mucha mayor capacidad de almacenaje y comodidad de uso, la verdad es que hoy en día podemos encontrar alternativas más sencillas de integrar en tu nueva cocina con un espacio útil nada desdeñable.
Los frigoríficos americanos, por sus dimensiones y características particulares, son siempre complejos a la hora de situarlos en una cocina nueva. En primer lugar, requieren de un espacio extra a cada lado para poder abrir bien sus cajones interiores y, al mismo tiempo, nunca queden enrasados a la misma línea que el resto de mobiliario. Como alternativas más fáciles de integrar y con gran capacidad, podemos hablar de frigoríficos combi de ancho 70 cm de integración, sidebyside también de integración y frigoríficos de menor profundidad que los americanos pero con capacidades muy similares.

No a cubos de basura exteriores
Los cubos de basura siempre ocupan un espacio adicional, y si eres de los que reciclas, tendrás que contar con diferentes cubos. En una cocina nueva, no suelen quedar muy vistosos además de poder molestarnos a la hora desplazarnos y desprender olores. Aprovecha y piensa en situarlos dentro de algún módulo, por ejemplo el portafregadero. Podemos encontrar distintas soluciones de cubos de basura, adaptados a distintos muebles y con una amplia variedad de capacidades. ¡No tendrás problema a la hora de reciclar!

No a materiales delicados
Hay acabados muy bonitos y elegantes como pueden ser una cocina de chapa natural o una bancada de mármol. Pero a la hora de la verdad, son materiales muy delicados y poco prácticos. Si eres de los que le gusta vivir y disfrutar la cocina, debes elegir acabados más funcionales o “de batalla”, materiales resistentes al uso continuado de la cocina y que nos den muy buen resultado a lo largo de los años. Podrá tener una cocina igual de estilosa pero mejor preparada.
No al exceso de distintos acabados
Combinar materiales y acabados puede ser todo un acierto, pero si nos excedemos podemos cometer un tremendo error. Elige un par de acabados que combinen entre sí -por ejemplo un visón y una madera en roble- que nos ofrezcan un ambiente acogedor y agradable. Siempre podrás colocar pequeños detalles decorativos que contrasten sin saturar la cocina ni hacer que te sientas abrumada cada vez que entras en ellas. Tampoco te excedas con los elementos decorativos, podrías conseguir un efecto contraproducente.

Estos son sólo algunos consejos a tener en cuenta a la hora de diseñar tu nueva cocina. Como siempre y ante la duda, pide consejo y déjate asesorar por profesionales. Nosotros estaremos encantados de recibiros y poder ayudaros en todo el proceso de diseño. ¡No renuncies a la cocina de tus sueños!