Cambiar el frigorífico de nuestra cocina puede suponer todo un reto. No se trata entre elegir sólo el acabado exterior o su apariencia, sino también decidir entre frigoríficos de mayor capacidad, de integración, sólo frigorífico, integrado… En este artículo vamos a daros unos consejos para que podáis elegir la opción que más se adapte a vuestras necesidades.
Integración, ¿sí o no?
Si además de cambiarte el frigorífico estás cambiando el mobiliario de tu cocina, seguramente te estés planteando la posibilidad de elegir un modelo de integración. Ojo, no se trata de un frigorífico “estándar” al que se le pueda colocar una puerta igual que la del resto de la cocina, sino de modelos específicos de integración que se pueden panelar.
Sin duda se trata de una de las opciones que más nos pedís, pero hay que tener ciertos aspectos en cuenta.
- Capacidad: la mayoría de modelos que hay en el mercado miden 60 cm de ancho, lo que hace que en comparación con otros modelos de libre instalación tengan una capacidad más reducida. Sobretodo en la zona de congelador de los combis. Si somos pocos en casa puede que no haya problema, pero si estamos acostumbrados a hacer grandes compras o a tener provisiones, puede que se queden pequeños
- Espacio: considerando el punto anterior y si tenemos una cocina amplia, puede ser interesante elegir un frigorífico y un congelador de integración pero independientes. Pueden ser modelos de puerta entera (altura aproximada 178 cm), pero si vemos que es demasiado espacio, podemos combinar frigoríficos y congeladores de diferentes medidas y que también nos ofrecen mayores capacidades.
¿Cuántas veces haces la compra a la semana?
Esta pregunta no sólo debemos hacérnosla para ver la capacidad que necesitamos, sino también para elegir la tecnología que más se adecue a nosotros. Si somos los que hacemos una compra semanal o con menor frecuencia, nos puede resultar muy cómodo elegir un modelo que aparte del cajón 5º C cuente con un cajón que alcance los 0ºC con regulador de humedad. Esta tecnología nos permite alargar la vida útil, el sabor y la frescura de los alimentos que conservamos.
Además, también es conveniente elegir modelos que cuenten con dos circuitos de frío independientes, uno para el frío y otro para el congelador.
¿Frost o no frost?
La mayoría de modelos actuales cuentan con un sistema No Frost. ¿Pero tienes claro en qué consisten? Estos modelos cuentan con un sistema de ventilación que reparte el frío de forma homogénea e impide la formación de escarcha en el congelador. Sin embargo, suelen resecar más el ambiente estropeando antes los alimentos que guardes al aire en su interior.
Aunque cuentan con más funciones, en ningún caso suponen un mayor gasto de energía.
Cuidado con el etiquetado energético
Hablamos de eficiencia y consumo. La nevera suele suponer en torno a un 30% del consumo energético de una vivienda, por lo que puede ser una buena inversión elegir un modelo con clase energética superior. Ten en cuenta que con la nueva normativa energética (mucho más exigente que la anterior), el nivel más alto es la A, y lo que anteriormente podía estar clasificado como un A+++ puede tener ahora una eficiencia nivel B.
En la misma etiqueta energética deberíamos prestar atención a los decibelios, los cuales deberían estar entre los 40 y 45.
Tipos de frigoríficos
Y por último, deberíamos tener claro los distintos tipos de neveras que podemos encontrar.
- Combi: son los más conocidos y los que la mayoría tenemos en nuestra casa. Hoy en día podemos encontrar modelos más anchos y altos, pero siempre cuentan con un frigorífico en la parte superior y un congelador abajo. Además, cuentan con modelos de integración.
- Dos puertas: son los más sencillos y económicos. En este caso, el congelador de pequeñas dimensiones está en la parte superior.
- Nevera americana o "Side by Side": son, sin lugar a dudas, las más voluminosas de todas. Cuentan con una puerta vertical más grande para frigorífico y otra más estrecha para el congelador. Son una opción más compleja de integrar en la cocina, ya que al tener mayor profundidad y anchura, suelen necesitar un mayor espacio libre alrededor para poder abrir cómodamente sus puertas y cajones interiores.
- French Door: los recién llegados y menos conocidos. Son similares a los frigoríficos americanos, pero suelen tener dos puertas en la parte superior para el frigorífico y un congelador compuesto por cajones vistos en la parte inferior.
Sea cual sea el modelo de nevera, antes que nada hemos de comprobar el volumen útil que nos ofrece. Hay que tener en cuenta que no siempre los modelos más grandes ofrecen el mayor espacio interior.
Como veis, antes de decidirnos por un modelo u otro, hemos de considerar distintos aspectos y pensar cual es más conveniente para nosotros.