Al igual que en la cocina o en cualquier otra estancia de tu casa, la iluminación de un vestidor es un punto que hay que planificar con cuidado si queremos sacarle el máximo partido. Así que, si vas a hacerte un nuevo vestidor, este post te interesa. Te damos las claves para conseguir la iluminación perfecta para tu vestidor.
Iluminación general
En primer lugar, hay que diferenciar entre una iluminación general y una iluminación complementaria.
Hablamos de la iluminación principal, la que alumbrará toda la estancia. Generalmente suelen tratarse de focos led empotrados tipo downlight o similares. Para no afectar en la percepción de los colores de las prendas, lo más recomendable es elegir un tono de luz neutro entorno a los 4000K. Si quieres marcar la diferencia, puedes elegir entre modelos que admitan regulación de temperatura y color. ¡No dejarás a nadie indiferente!
En función de las luminarias que vayas a colocar y del tamaño del espacio, dispondremos de más o menos puntos de luz.
Si colocas focos que no vayan empotrados en el techo y tus armarios van a techo, procura dejar una distancia suficiente entre las luminarias y el armario. Ten en cuenta que al abrirse las puertas pueden chocar.
Iluminación complementaria
Es la iluminación que utilizamos de forma puntual para iluminar un punto en concreto, como por ejemplo, un espejo. Por ello, es recomendable recurrir a focos direccionales que podamos orientar.
Otro tipo de iluminación complementaria es la que podemos colocar en el interior del armario o cajones. En estos casos hace una función más decorativa ya que resalta ciertos detalles, aunque también puede resultar práctica para cajones en los que guardemos accesorios más pequeños. Se tratan de tiras led que podemos colocar para mayor iluminación de forma vertical en los laterales interiores del armario o de forma horizontal en los estantes en los que guardemos nuestros zapatos. Lo más práctico es que funcionen con un sensor, es decir, que se enciendan una vez abramos las puertas o cajones.
