Uno de los puntos más importantes a la hora de abordar el diseño o reforma de tu cocina, es su iluminación. Si tiene luz natural, tamaño, qué actividades hacemos en ella... son varias cuestiones que nos debemos plantear para tomar las mejores decisiones. No se trata de elegir sólo entre una luz cálida o fría, sino de dónde colocarla y con qué elementos. ¿Empezamos?
Luz natural y luz artificial
¿Hay alguna ventana? Si es tu caso, hay que aprovecharla al máximo. Elige una distribución de cocina a su favor, que no suponga una barrera visual y le quite presencia. En cualquier caso y por muy luminosa que sea, no hay mix mejor que la combinación entre luz natural y artificial. Si no cuentas con una gran fuente de luz natural, no te preocupes. Prestaremos todavía mayor atención para lograr una más que adecuada iluminación.
En cuanto a la luz artificial, se suele recomendar el uso de luces led neutras que proporcionen una luz uniforme y sobretodo que no genere sombras. No se trata sólo de una única luz artificial, vamos a analizarlas por "capas" desde la general o de techo a las complementarias.
Luz de techo, al principal
Nos va a permitir lograr una luz general. Puesto que es la que más tiempo va a estar encendida, hay que procurar elegir soluciones de bajo consumo. Pueden ser paneles LED, focos empotrables o de superficie, todos con distintos tamaños y formas (cuadradas, redondas...).
La zona de trabajo
Hablamos de la encimera, una de las superficies en las que más vamos a trabajar. Lo más adecuado es colocar una iluminación directa que nos permita manipular alimentos sin sombras ni reflejos. Lo más práctico es colocar una tira led bajo los muebles altos de tu cocina, si los hay. Si no cuentas con ningún tipo de mobiliario alto en esta zona, puedes colocar unos focos orientables o unas regletas de luz colocadas estratégicamente.
Interiores y muebles especiales
Una hornacina, una despensa o una columna escamoteable. ¿Qué pasa con los armarios? Puede que guardemos dentro nuestra mejor vajilla o que preparemos desayunos en ellos. Es aconsejable colocar en estos casos luces de menor intensidad que incluso se puedan encender al abrir las puertas. No solo nos permitirá localizar más fácilmente lo que guardemos en su interior, sino también una forma de darle un extra de diseño y calidez a tu cocina.
Isla, mesa o barra
Aquí podemos colocar una luminaria independiente al resto, más decorativa e incluso con luz cálida. Son luces de ambiente que ayudan a lograr un ambiente mucho más agradable, acogedor y sobre todo una forma de dar personalidad a tu cocina. Ten en cuenta que si eliges algún tipo de lámpara, no la dejes a menos de 80 cm de la superficie de trabajo.