Cuando acudís a nosotros buscando una cocina nueva, siempre hay dudas y preguntas que plantearse. Otras veces sin embargo, acudís con ideas erróneas que os pueden llevar a tomar malas decisiones. Para tratar de daros una respuesta clara y despejar todas vuestras dudas, hoy hemos querido recopilar y resolver algunas de estas preguntas y confusiones. ¿Empezamos?
1.¿Pero la puerta es de DM o aglomerado?
Empezamos por el plato fuerte, una de las preguntas que más nos hacéis. Antes de daros la respuesta, hay que tener clara la diferencia entre un tablero de DM (densidad media) o MDF y un tablero aglomerado. En ambos casos hablamos de materiales procedentes de la madera, si bien tienen distinta composición y calidades muy diferentes. Vayamos por partes.
El aglomerado se compone de astillas de diferente grosor obtenidas de madera triturada, las cuales se prensan a altas temperaturas con distintos adhesivos hasta conseguir un tablero. En cambio, el DM se compone a partir de astillas desfibradas, es decir, de partículas mucho más finas (prácticamente polvo) que posteriormente también son prensadas con adhesivos.
A simple vista, el aglomerado tiene un aspecto mucho más basto e irregular, mientras que el DM ofrece una superficie mucho más lisa y uniforme. ¿Por qué se llama de densidad media? Al estar formado (al contrario que el aglomerado) por partículas del mismo tamaño, mantiene la misma densidad en todo el tablero. El aglomerado, en cambio, al estar compuesto por astillas de diferentes calibres, no mantiene la misma densidad. El DM además, al tener mayor consistencia es menos poroso y más resistente a por ejemplo, cambios de temperatura y humedad.
Ahora bien, ¿los frentes de nuestras cocinas son de DM o aglomerado? Son de DM (o densidad media), un material que al tener mayor consistencia que el aglomerado, nos ofrece un mejor comportamiento frente a la torsión y resistencia frente a los usos continuados de la cocina.
2. ¿Muebles altos que no lleguen a techo?
Aquí hay que tener en cuenta la estética y el diseño que se quiera conseguir. Si por ejemplo tenemos una cocina abierta con columnas y una hornacina o pequeña bancada junto a ellas, siempre es preferible que los muebles altos lleguen a la altura de las columnas. Sin embargo, en la mayoría de ocasiones hablamos de cocinas lineales o más bien pequeñas en las que hay un mayor número de módulos altos. En estos casos hay que tener claro un punto, tener un mueble mucho más alto que otro de altura 48 o 60 cm no implica que vayamos a ganar mucho más espacio de almacenaje. Por norma general siempre tendemos a acumular menos cosas (y en la mayoría de los casos con poco uso) en los estantes superiores, a los cuales es más difícil acceder. Si ponemos un mueble que llegue a techo (generalmente de 78 cm o incluso más), podemos conseguir un efecto contraproducente, que es cargar de peso visual nuestra cocina. Si además contamos con una cocina más pequeña, la sensación de sobrecarga será mayor y parecerá que el espacio aún es menor. Bien es cierto que no tendremos que estar pendientes de la limpieza de la parte superior, pero igual conseguimos el efecto contrario al que buscamos: conseguir un espacio más amplio con sensación de amplitud.
3.¿Horno compacto? Demasiado pequeño, ahí no cabe la cazuela de barro
Es otra de las ideas erróneas que más escuchamos. En primer lugar y hablando de un horno multifunción, la única diferencia entre un horno de 60 y un horno compacto de 45 cm, es la altura del aparato. Ambos modelos tienen un mismo ancho de 59 cm y una profundidad de 55 cm, es decir, las bandejas de un horno de 60 son exactamente las mismas de las de un horno de 45 cm. Si por ejemplo, solemos preparar arroz al horno en una cazuela de barro, esa misma cazuela la podrás usar en un horno compacto. ¿Cuál es la diferencia entonces? Efectivamente, el nivel de bandejas. Mientras que en los modelos de 60 tendremos hasta 4 niveles, en el otro tendremos 3. Si no somos muchos en caso y no solemos cocinar muchos platos a la vez, pocas veces usaremos más de dos bandejas al mismo tiempo, por lo que si queremos aprovechar más el mueble y ganar almacenaje, el horno compacto de 45 cm puede ser un acierto. Dejaremos las aclaraciones sobre un horno compacto con microondas para otro artículo.
4. Un fregadero grande y al ser posible, de dos senos
¿Si os decimos que en un fregadero con cubeta de 50 cm cabe una olla grande o la bandeja del horno nos creéis? Muchas veces nos pedís un fregadero de dimensiones mayores, de 70 cm o incluso que tengan dos senos. En cualquier caso, ambas opciones nos pueden quitar mayor espacio de bancada, y si buscamos una superficie de trabajo suficientemente amplia y espaciosa, puede ser un error. En cuanto a los modelos de dos senos hay que tener en cuenta que las cubetas suelen tener tamaños inferiores a los 36 cm, por lo que una bandeja o sartén más voluminosa no nos va a resultar cómoda de fregar. Otras veces nos los pedís para poder dejar los platos sucios en un lado y los limpios en otro, aunque teniendo un lavavajillas en la mayoría de nuestras cocinas, tampoco lo vemos necesario.
Nuestro consejo: opta por un fregadero de un seno de 50 o 54 cm.
5. ¿Perder el rincón de la cocina? ¡Por supuesto que no!
Los rincones son uno de los puntos más problemáticos de una cocina. Aunque existen distintas opciones y accesorios para tratar de aprovechar este espacio, como bandejas extraíbles, nunca llegamos a aprovechar todo el rincón. Suele ser, además, un poco más incómodo acceder a lo que guardamos en su interior, y si optamos por algún sistema de extracción, hay recipientes que no podremos guardar porque chocarán con las guías superiores. Nosotros siempre defendemos la idea de renunciar a ese rincón pero, ¿cómo renunciar a él sin perder espacio de almacenaje en nuestra cocina? Si decidimos colocar módulos con gavetas o portaplacas a ambos lados del rincón, no podremos acceder a él, pero guardaremos más cosas en sólo un módulo de cajones de lo que podríamos guardar en un módulo esquinero.
6. La cocina blanca sí o sí, que de mucha luz
Si la cocina no es muy amplia y además tiene poca luz, la mayoría de las veces nos pedís que sea en color blanco para así poder dar más luz. Si de verdad os gustan las cocinas blancas, adelante. Pero si elegís este color por lograr mayor sensación de luminosidad, estáis equivocados. Evidentemente, si escogemos un color más oscuro podemos conseguir un efecto contraproducente, pero hay colores claros que además de luminosidad nos pueden aportar mayor calidez que un blanco "absoluto". Hablamos por ejemplo del cashmere, el blanco perla o el gris bruma, alternativas igual de válidas que el blanco y con un resultado más acogedor.
Con estas aclaraciones esperamos poder haberos orientado un poco y ayudado a tomar decisiones teniendo en cuenta todas las posibilidades y factores que hay. De todas formas, si queréis que os ayudemos en el proceso de toma de decisiones, podéis venir a nuestra tienda y estaremos encantados de poder ayudaros y aconsejaros. ¡Os esperamos!